Prédicaciones
Manos limpias
Pastor José Román Espinoza.
Enero 21, 2015.
Las manos son dos miembros muy importantes y versátil de nuestro cuerpo; capaces de realizar muchos movimientos y un sinfín de acciones. En la Biblia las manos son figura de nuestras acciones y conductas. El Salmo 24: 4 dice que debemos ser de manos limpias, haciendo referencia a hacer las cosas con corazón puro. En 1 Timoteo 2:8 se nos exhorta a orar levantando manos santas, sin ira ni contiendas.
Cuando el corazón del hombre está lejos de Dios, las manos están llenas de iniquidad. Dios aborrece las manos que están en esta condición; pues las manos de iniquidad son:
Manos derramadoras de sangre inocente. Da mucha tristeza que las manos que Dios creo para rescatar y salvar hoy las utilizamos para matar.
Manos violentas, que maltratan o toman venganza. Con nuestras manos debemos proteger y restaurar; en lugar de maltratar o golpear a los más débiles.
Manos que roban. En la Biblia Dios nos manda a no codiciar las pertenecías de otras personas, mucho menos usar nuestras manos para tomar lo ajeno.
Manos Cerradas. En el plan de Dios nuestras manos debes abrirse para bendecir a otros y compartir de lo que hemos recibido. Si nuestras manos permanecen cerradas no podremos recibir nada de Dios.
Manos que señalan y condenan sin misericordia. Es tiempo que soltemos las piedras de condenación y nos demos cuenta que Dios no nos ha llamado a ser jueces sin misericordia para los demás.
También cuidemos de no caer en estar “tocando o ministrando” los asuntos de Dios con manos sucias. Los sacerdotes lavaban sus manos antes de ministrar en el santuario. Sirvamos a Dios con corazón recto y manos limpias.
¿Cómo se encuentran nuestras manos el día de hoy? Si están manchadas de faltas, es el momento de levantarlas a Dios para que sean santificadas y vengan a servir únicamente en todo buen propósito.
Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas. Hebreos 12:12